Cuando hablamos de tecnología médica, medtech en inglés, lo primero que se nos viene a la cabeza son máquinas. Máquinas que nos ayudan a enfrentar de un modo más eficiente diversos problemas de salud, desde luego, que ayudan a salvar vidas. ¿Pero qué pasa con el resto de procesos a los que se recurre hasta dar a luz a dichos ingenios técnicos? La tecnología médica son las herramientas que se utilizan en medicina para salvar vidas, sí, pero también todo el proceso de investigación que se lleva a cabo para obtenerlas.

En el post de hoy hablamos sobre esto, ¡y sobre cómo la tecnología médica permitirá vivir más y mejor tanto a nuestra generación como a todas las que están por venir!

Optimización de procesos con tecnología médica

Hace unos días hablábamos de la automatización robótica de procesos como una forma de mejorar notablemente tanto la atención médica como la experiencia de los pacientes. Hoy, sin embargo, vamos un poco más allá, englobando la totalidad de la tecnología médica como un agente incomparable de la optimización de procesos. Y es que, todo lo que permita que la medicina sea más eficiente en nuestro organismo, bienvenido será. Hablamos, por ejemplo, de la impresión 3D de medicamentos, uno de los mejores ejemplos de medtech en la actualidad, de la que ya os hablamos hace unos meses.

Dentro de muy poco, tomar una medicina será tan sencillo como que el médico nos la recete y, acto seguido, imprimirla en casa gracias a una impresora 3D instalada en casa. Esta optimización de procesos gracias a la tecnología médica cambiará la vida, literalmente, a miles de pacientes crónicos y personas mayores a las que les cuesta la misma vida tener que desplazarse hasta la farmacia más cercana cuando necesite algo.

¿Otro ejemplo de optimización de procesos gracias a la tecnología médica? Sin duda alguna, todo lo que tiene que aportarnos la nanotecnología. Que el hombre sea capaz de manipular elementos tan pequeños, y de dirigirlos para hacer que, por ejemplo, lleven un medicamento exactamente a la zona del cuerpo que la necesita, es una auténtica barbaridad. ¿Lo mejor? Que no os hablamos de teorías descabelladas, sino de realidades que lo único que necesitan es un poco de difusión.

También os hablamos hace un tiempo de la terapia de protones, una forma de optimizar el proceso de lucha contra el cáncer, ya que ataca específicamente al tumor, lo que hace el procedimientos más efectivo y muchísimo menos invasivo. Como veis, la tecnología médica son todo ventajas, ¡pero lo mejor será verlo en detalle!

Principales beneficios de la tecnología médica

Y ahora que hemos visto las cosas que la tecnología médica puede hacer por nosotros, ¿cuáles son los principales beneficios de su implementación en nuestro día a día? Atentos, que puede que hasta hoy no hayáis sido capaces de ver sus ventajas así de claramente. ¡Os aseguramos que os va a cambiar el chip en cuestión de segundos en cuanto terminéis de leer este apartado!

1. Mayor personalización en los tratamientos

El hecho de poder ajustar los tratamientos a las necesidades de cada paciente gracias a la tecnología médica va a ser algo que revolucionará la sanidad tal y como la hemos entendido hasta ahora. Ya no habrá un tratamiento igual para todos, sino que podrán ajustarse tanto los parámetros del mismo como la forma de aplicarlo. Es decir, un paciente ya no reaccionará mejor o peor a un tratamiento, sino que será este el que tenga que ajustarse a la naturaleza de cada paciente. Y todo esto será posible gracias a avances en tecnología médica como los que os hemos mencionado en el apartado anterior, ¡y a otros muchos que están por venir!

2. Prevención, la mejor forma de alargar la vida

El auge de la tecnología wearable demuestra que la tecnología médica va mucho más allá de los centros hospitalarios. Cada vez nos preocupamos más por nuestra salud y nuestro bienestar, y por eso cada vez es más habitual que nos sirvamos de este tipo de dispositivos para estar más tranquilos. Ahora mismo solemos llevarlos en la muñeca, en forma de relojes inteligentes y smartbands, pero lo cierto es que en un futuro próximo serán más ‘llevables’ que nunca.

¿A qué nos referimos? Pues, por ejemplo, a poder llevar camisas que alerten a las emergencias médicas en caso de detectar una bajada inusual de nuestro ritmo cardíaco. Uno de los últimos sensores incorporados a la tecnología wearable ha sido el del nivel de oxígeno en sangre, pero en un futuro llevaremos un auténtico salvavidas encima. ¡Si queremos, estaremos permanentemente conectados a un equipo médico que velará por nuestra supervivencia las 24 horas del día!

3. Operaciones quirúrgicas mucho más precisas

Poco o nada tienen que ver los procesos quirúrgicos de hoy en día con los utilizados hasta hace unos años. Sobre todo en cirugías de extremo riesgo, como las cerebrales. Es en este tipo de operaciones en las que más se nota la mano de la tecnología médica. No solo tienen mucho mayor índice de éxito en cuestión de supervivencia, sino que los tiempos de recuperación se han reducido a la mínima expresión.

En el caso de los aneurismas, por ejemplo, se ha pasado de un año de convalecencia a algo menos de un mes. Y no solo eso, sino que el proceso de microcirugía es mucho menos invasivo, lo que se agradece enormemente en el proceso de readaptación del paciente a su vida normal.

4. Gestión mejorada de problemas crónicos

Gracias a la tecnología médica, este tipo de dolencias no solo son mucho más sencillas de monitorear, sino que resultan mucho más sencillas de tratar. Sirva como ejemplo la diabetes, un problema absolutamente descontrolado hasta hace unos años del que ahora no solo podemos estar mucho más al tanto, sino que podemos gestionar de una forma muy distinta a la habitual. ¿El motivo? Unas bombas de insulina adheridas a la piel que se encargan, ellas solas, de ir proporcionando insulina al organismo. ¡Y este es tan solo un ejemplo de medtech los que cada día encontramos más!