¿Qué es un virus estacional?
Las enfermedades estacionales son aquellas que se presentan en diferentes épocas del año, generalmente debiéndose a factores climáticos, variaciones de estación y actividad de ciertos microorganismos. La mayoría están provocadas por virus, considerándose a éstos como virus estacionales.
De entre todos el más conocido e importante es el virus de la gripe, que cada año se producen unos mil millones de casos de gripe estacional en el mundo.
La gripe estacional es una infección respiratoria aguda que se propaga fácilmente entre las personas, sobre todo cuando tosen o estornudan, siendo la vacunación la mejor manera de prevenir la enfermedad.
Síntomas claves para detectar un virus estacional.
Los síntomas suelen aparecer entre el primer y el cuarto día después de la infección y normalmente duran en torno a una semana, siendo común que la mayoría de las personas se recuperan sin tratamiento.
Los síntomas más comunes de los virus estacionales suelen ser inicio súbito de fiebre, tos seca, dolor de garganta, dolores articulares (artralgias)/musculares y cansancio.
Listado de síntomas.
Aquí enumeramos los síntomas más comunes de la gripe estacional:
- Aparición súbita de fiebre.
- Tos seca. A veces puede ser intensa y durar varias semanas.
- Cefalea.
- Malestar general.
- Dolor de garganta.
- Dolores articulares y musculares.
- Mucosidad nasal.
En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen en una semana sin precisar atención médica. Existen personas, que consideramos de alto riesgo, en los que la gripe puede ser más grave. También es verdad, que la gripe puede empeorar los síntomas de otras enfermedades crónicas y requerir atención médica, e incluso en casos graves, puede provocar neumonía y sepsis.
Personas de alto riesgo.
Cualquier grupo de edad puede verse afectado, aunque las personas con mayor riesgo de enfermedad grave y complicaciones son las siguientes:
- Embarazadas.
- Niños menores de 5 años.
- Personas mayores de 65 años.
- Pacientes con enfermedades crónicas (cardiacas, pulmonares, renales, metabólicas, neurológicas, hepáticas o hematológicas) o inmunodepresión (por VIH/sida, quimioterapia, corticoterapia o neoplasias malignas).
- Trabajadores en el campo de la salud.
Es primavera: virus que causan la influenza estacional.
Existen cuatro tipos de virus gripales: A, B, C y D. Los virus gripales de tipo A y B circulan entre la población y causan las epidemias estacionales de la enfermedad.
- Los virus de tipo A se clasifican en subtipos. Actualmente circulan entre los seres humanos los subtipos A(H1N1) y A(H3N2).
- Los virus de tipo B no se clasifican en subtipos, pero pueden dividirse en linajes: B/Yamagata y B/Victoria.
- Los virus de tipo C se detectan con menos frecuencia y suelen provocar infecciones leves.
- Los virus de tipo D afectan al ganado y no suelen ser causa de infección ni enfermedad en el ser humano.
La gripe estacional tiene una muy fácil propagación y se transmite rápidamente en escuelas y residencias de ancianos. Tosiendo y estornudando, las personas infectadas dispersan en el aire pequeñas gotas infecciosas (con virus), que pueden infectar a personas en estrecha proximidad. El virus también se transmitirá por las manos contaminadas.
En climas templados, las epidemias estacionales se producen sobre todo durante el invierno, mientras que en regiones tropicales pueden aparecer durante todo el año, produciendo brotes de manera más irregular.
Manejo y prevención del virus de la influenza estacional.
El tratamiento de las enfermedades estacionales tiene como objetivo aliviar los síntomas. Recordemos que mayoría de las personas se recuperan más o menos en una semana sin atención médica, siendo los casos graves y las personas con factores de riesgo las que pueden requerir atención médica. Por ello, aquellas con síntomas graves u otras patologías médicas deberían solicitar atención médica.
Las personas con síntomas leves deberían quedarse en casa para evitar contagiar a otras personas, beber mucho líquido, descansar, tratar los síntomas como la fiebre con antitérmicos habituales, y si empeoran los síntomas ya si deberían buscar atención médica.
Las personas de alto riesgo o con síntomas graves deberían recibir tratamiento antiviral lo antes posible. Entre ellas se encuentran mujeres embarazadas, niños menores de 5 años, personas mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas, personas que estén recibiendo quimioterapia/radioterapia y personas inmunodeprimidas.
Prevención del virus influenza estacional.
Al hablar de prevención, claramente la vacunación es la mejor manera de prevenir la gripe estacional, ya que contamos con vacunas seguras y eficaces.
La vacunación tiene como objetivo evitar la infección, o al menos procura que esta sea menos grave, reduciendo la posibilidad de complicaciones. La inmunidad dada por la vacuna desaparece en un tiempo, por lo que se recomienda que la vacunación sea anual.
La vacunación esta especialmente recomendada en las personas con alto riesgo de complicaciones y en las personas que las atienden: mujeres embarazadas, niños desde 6 meses a 5 años, personas mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas y trabajadores en el campo de la salud.
Además de la vacunación contamos con otras formas de prevenir la gripe y otras enfermedades estacionales.
- Adecuada higiene personal: lavarse y secarse las manos con regularidad, se puede usar gel antibacteriano.
- Abrigarse adecuadamente: evitando los cambios bruscos de temperatura, así como la exposición prolongada a bajas temperaturas.
- Adecuada protección personal y colectiva: cubrirse nariz y boca al toser o estornudar, deshacerse de pañuelos desechables utilizados, quedarse en casa si se tienen síntomas y/o malestar, evitar el contacto directo con personas enfermas, evitar tocarse los ojos, nariz y boca.
- Tener una alimentación saludable: mantener una dieta equilibrada y rica en nutrientes para fortalecer tu sistema inmunológico. Muy importante la adecuada hidratación, así como alimentos ricos en vitamina C.
- Adecuada ventilación de espacios: manteniendo una buena ventilación en espacios cerrados, reduciendo así la concentración de los virus en el aire.
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