Síndrome de muerte súbita del lactante

¿Qué es el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)

El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) se define como la muerte repentina e inesperada de un niño menor de un año de vida, de la que no se encuentra explicación tras un estudio completo, incluyendo la revisión detallada de la historia clínica, la autopsia y analizando también el lugar del fallecimiento. Normalmente sucede mientras el bebé está durmiendo, por lo que también se le conoce como “muerte de cuna”. En España es una de las posibles causas de mortalidad durante el primer año de vida, con una media de 44 muertes, teniendo lugar el 90% de las mismas en bebés menores de 6 meses (especialmente entre el segundo y cuarto mes de vida) y siendo más frecuente en varones.

Causas del síndrome

Se desconoce la causa de este síndrome, aunque se ha asociado con alteraciones e inmadurez en las conexiones cerebrales que controlan los centros respiratorios y la vuelta al estado de despertar o vigilia. Aunque el mecanismo causal es todavía desconocido, se han estudiado varios factores que se relacionan e incrementan el riesgo de SMSL.

Factores de riesgo

Uno de los factores de riesgo más descritos es el tabaquismo, no solo el consumo materno durante el embarazo, sino también la exposición pasiva del lactante al humo del tabaco.

La edad materna supone otro factor de riesgo estudiado, aumentando el riesgo de SMSL hasta 3-4 veces en bebés de madres con una edad menor de 20 años. El ser hermano de una víctima de SMSL, se ha relacionado con una probabilidad entre 5 y 6 veces mayor de sufrir muerte súbita, probablemente relacionado no sólo con factores genéticos si no también factores sociales. Por otro lado, se conoce que tanto la prematuridad y el peso menor de 2.500 gramos al nacimiento conlleva mayor riesgo de sufrir SMSL.

Factores físicos

Existen defectos cerebrales congénitos que hacen que el bebé sea más propenso a padecer una muerte súbita, relacionados sobre todo con la parte del cerebro que controla la respiración y el despertar. El sufrimiento cerebral durante el embarazo o el parto también puede predisponer a ello.

Se desconoce qué papel juegan las infecciones respiratorias, pero se ha demostrado que un porcentaje no desdeñable de los bebés que murieron de forma repentina por SMSL habían tenido recientemente cuadros catarrales.

Otros factores

Uno de los factores de riesgo más conocidos para padecer SMSL es colocar al bebé en posición boca abajo para dormir. La falta de fuerza en el cuello para poder levantar la cabeza y así poder cambiar de posición puede producir una obstrucción de la vía aérea y conducir a un ahogamiento en segundos.

Otros aspectos que pueden generar inseguridad durante el sueño serían dormir sobre un colchón o una superficie blanda y utilizar mucha ropa de cama o accesorios sueltos. Los peluches, las almohadas o las mantas pueden obstruir fácilmente las vías respiratorias del bebé.

Estos últimos me sirven para explicar el riesgo que conlleva el colecho para el SMSL. La posibilidad de cubrir las vías respiratorias del bebé, ya sea con una extremidad de la madre o con las sábanas, hacen muy arriesgado el colecho en las etapas precoces del nacimiento. Aunque el colecho favorece la lactancia materna, debemos conocer el mejor método para llevarlo a cabo de forma segura.

La costumbre de abrigar en exceso al bebé al acostarle también aumenta el riesgo de sufrir SMSL, aunque se desconoce si es por el aumento de la temperatura corporal o por el mayor riesgo de asfixia.

¿Cómo prevenir el síndrome de muerte súbita infantil?

No existe ningún método que garantice completamente prevenir el síndrome de muerte súbita infantil porque, en el caso de la inmadurez neurológica, los signos suelen ser indetectables.

Aun así, no tiene que cundir el pánico ya que podemos ayudar a que el bebé duerma de manera segura siguiendo estos sencillos consejos:

• Acostar al niño siempre boca arriba, la posición de lado tampoco es una posición segura, ya que el niño se podría mover. Es imprescindible enseñar esta postura al resto de los cuidadores del bebé e insistir sobre ello por seguridad. En cambio, cuando el bebé está despierto puede estar boca abajo, siempre con vigilancia estrecha, para favorecer el desarrollo motor.
• Mantener la cuna lo más vacía posible y utilizar un colchón firme: evitar peluches, mantas y cualquier otro objeto que pueda interferir con la respiración del bebé.
• La cuna en la habitación de los padres es el lugar más seguro para dormir, evitando el colecho por el riesgo de asfixia. Las camas de adultos no son seguras para los bebés.
• No abrigar demasiado al bebé: el exceso de ropa o el calentamiento de la habitación aumentan el riesgo de SMSL.
• Mantener un estilo de vida saludable. Se recomienda evitar la exposición al tabaco durante el embarazo (tanto pasiva como activa) y la exposición pasiva del bebé recién nacido al humo del tabaco.
• Dentro de lo posible, favorecer la lactancia materna ya que ha demostrado que reduce el riesgo de muerte súbita infantil.
• Utilizar un chupete al dormir se ha demostrado que tiene un efecto protector aunque el mecanismo todavía no está claro.
• La evidencia sugiere que la vacunación protege de la muerte súbita.

¿Cuándo acudir al médico o al pediatra?

Puedes consultar a tu pediatra si tienes dudas o necesitas asesoramiento para prevenir la muerte súbita del lactante, especialmente ante un antecedente de hermano fallecido por SMSL.