Sexualidad en la mujer con menopausia: ¿Falta de apetito?

La menopausia femenina es un proceso sobre el cual socialmente se tienen más mitos que información. Uno de los mitos profundamente arraigados culturalmente es el de la pérdida de líbido o deseo sexual que caracteriza esta fase, sra

¿Con la menopausia se pierde el Libido? Mitos y realidades

La menopausia es una etapa biológica de la mujer caracterizada por la desaparición del proceso de ovulación, es decir, del proceso que permite la capacidad reproductiva y gestante. El cese de este proceso fisiológico desencadena en muchas otras alteraciones en el cuerpo femenino, principalmente la desaparición de la menstruación y la disminución de estrógenos, iniciando normalmente a partir de los 40 a 50 años.

La manera en la que se vive y se concibe esta etapa no solo es una cuestión biológica, sino también psicológica, sexual e incluso social y cultural. En nuestra cultura occidental, se concibe la menopausia como un proceso vergonzoso (lo cual en otras culturas es incluso visto como una etapa de empoderamiento), ya que tenemos asociado el atractivo femenino a características que denotan juventud y fertilidad en el mismo contexto donde se le juzga a la mujer en función de lo atractiva que puede o no ser para los demás.

En una sociedad donde la menstruación se asocia a “empezar a ser mujer”, ¿se entiende implícitamente que cuando se deja de menstruar, “se deja de serlo”? ¿Cómo influye esto en la vivencia sexual, concretamente el deseo, de las mujeres que pasan por esta etapa?

Menopausia y sexología: comprendiendo los cambios sexuales en esta etapa de vida

Los cambios físicos más comunes y destacables en la menopausia son:

• Sangrado vaginal irregular
• Cambios en la vagina, como sequedad vaginal, (consecuencia de la disminución de estrógenos) o adelgazamiento del tejido de la vagina
• Cambios termorregulación corporal, dando lugar a sofocos, escalofríos y sudores nocturnos
• Otros cambios externos visibles como caída del cabello, sequedad de la piel o debilitamiento de las uñas

¿Cómo interactúan estos cambios con la líbido? La líbido o deseo sexual se entiende como la recepción y las ganas de interactuar eróticamente en su sentido más amplio, incluyendo las relaciones sexuales con otras personas pero también la masturbación y las fantasías. El deseo es por tanto, una conducta más, entendiendo conducta como todo lo que sentimos, pensamos o hacemos. La conducta siempre tiene un papel biológico predisposicional, es decir: la biología permite la conducta, pero no la causa directamente. Por tanto, la menopausia no causa bajo deseo sexual, simplemente influye en ello y no todas las veces.

Los cambios físicos de la menopausia modifican la manera en la que una mujer se percibe a sí misma y en cómo la percibe su entorno. Por la manera en la que se socializa a la mujer, el deseo sexual femenino suele depender mucho de lo atractiva que se siente para los demás. A diferencia de la madurez masculina, el envejecimiento de la mujer no está erotizado a nivel cultural.

¿Falta de apetito sexual? Razones y soluciones para reavivar la pasión

Las causas del bajo deseo sexual femenino, específico de la menopausia, se puede deber a múltiples razones. La disminución de percepción de atractivo propio debido al estigma social y las incomodidades inherentes de los síntomas pueden dificultar que surja el deseo en la mayoría de los casos aunque no siempre.

Para prevenir o compensar esto, se pueden llevar a cabo varias soluciones:

• • Entender la menopausia como una etapa vital más, donde el cuerpo cambia (y lo lleva haciendo toda la vida) y que no significa dejar de ser atractiva o el fin de la vida sexual.

• Ponerse en situaciones donde se pueda ver a sí misma como sujeto de deseo, es decir, jugar con la erótica para sentirse atractiva. Esto depende de cada persona, pero entra muy en juego el autocuidado, el coqueteo y el movimiento del cuerpo. El explorarse a sí misma en áreas vitales importantes como hobbies, amistades y familia también es importante para no centrar el autoestima ni el atractivo solo en lo físico, sino de manera global.

• Tratamiento hormonal, normalmente con el fin de subir el estrógeno y así ayudar con los síntomas que pueden causar incomodidad.

• Explorar la sexualidad, de múltiples maneras: leer relatos eróticos, explorar los sentidos, fantasear (y cumplir fantasías), utilizar juguetes, lubricantes… todo lo que tenga como objetivo el placer (lo cual depende de cada quien), funciona para alimentar el deseo.

• Tener relaciones sexuales no coitocentristas, sino de exploración del cuerpo entero. Hay muchas prácticas sexuales, ¿por qué limitarse al coito?

En la menopausia, ¿duele tener relaciones?

Los cambios vaginales a causa de la disminución de estrógenos, especialmente la sequedad vaginal, pueden dificultar el proceso de lubricación. Sin embargo, también puede afectar la lubricación y el deseo la presión de tener relaciones sexuales coitocentristas, el cual puede venir, por ejemplo, por imposición social o presión por parte de la pareja.

Aquí se recomienda, además de descoitocentrizar las relaciones sexuales (entender la penetración como una práctica más, prescindible y que no tiene que ser el foco), utilizar lubricantes que sean respetuosos con el pH vaginal (marcas médicas no comerciales). El coito no tiene por qué doler, pues el fin último de toda práctica sexual es el placer.

Pérdida de apetito sexual en la mujer: ¿es la menopausia el único factor?

Respuesta corta: absolutamente no.

El deseo sexual es multifactorial, por lo tanto, la pérdida del deseo sexual depende de cuestiones psicológicas, biológicas e incluso sociales y culturales. Como se ha podido ver a lo largo de este artículo, la menopausia en sí predispone a un cambio en la vida sexual, al igual que en todos los otros ámbitos de la vida, pero no necesariamente causa directamente esos cambios, incluyendo la disminución de la líbido.

Si quieres saber más contamos accede a nuestra consulta de sexología online para resolver tus dudas.

*Se habla de “mujer” en este texto para simplificar el hablar de personas con vagina, ovarios y útero.