El término onicocriptosis nos puede sonar raro y complicado… pero si llamamos a esta afección con su nombre menos técnico, ¨uña encarnada¨ o ¨uñero¨, seguro que sabemos de qué se trata y lo molesto y limitante que puede llegar a ser. Es una alteración bastante frecuente y puede resultarnos muy interesante conocer por qué se produce y qué podemos hacer para prevenirla.

Onicocriptosis: Conociendo esta afectación común del dedo del pie

La uña encarnada se debe a la penetración del borde lateral de la lámina ungueal (región indurada de la uña) en el tejido blando de los pliegues laterales, es decir, en el surco que se forma lateral a la uña. La uña se “clava” y causa inflamación, dolor y una posible formación de granulomas (reacción de la piel a algo “extraño” con formación de tejido excrecente hacia fuera). Además, puede ser recidivante, es decir, ocurrir varias veces y produce mucho dolor, inflamación y en algunas ocasiones, hasta infección.

Es un problema bastante frecuente. De hecho, se estima que puede llegar a afectar al 2,5-5% de la población general. Se da más en varones, aunque puede aparecer en ambos sexos y afecta sobre todo a adolescentes y adultos jóvenes (30-40 años) aunque también puede afectar a la población anciana.

Síntomas, causas y prevención

Intentaremos explicar cómo podemos identificar este cuadro, las causas que lo producen o influyen en su desarrollo, así como qué medidas podemos adoptar para prevenir la uña encarnada.

- En primer lugar, ¿Cómo se manifiesta?:

La localización más frecuente de la onicocriptosis suele ser el primer dedo del pie en su región lateral más distal (hacia el borde libre del dedo). Existen casos de afectación de la totalidad de los dedos, incluso de las manos, pero suele estar relacionada con el uso de algunos fármacos.

En el pliegue lateral se puede observar una espícula dura de la uña (lámina ungueal) que penetra y daña los tejidos blandos. Este enclavamiento de la uña causa inflamación y mucho dolor, que es el síntoma fundamental.

- En segundo lugar, cabe destacar que según el grado de inflamación y el dolor que produce ese enclavamiento de la uña, la onicocriptosis puede clasificarse en diferentes estadios:

  • Estadio 1 (leve): Después del enclavamiento de la espícula de la uña en el surco lateral se produce enrojecimiento y edema (inflamación). El paciente tiene dolor cuando se roza la zona o usa calzado ajustado.
  • Estadio 2 (moderado): Se agrava la inflamación y aparece exudación y secreción seropurulenta. Puede complicarse y sobreinfectarse secundariamente.
  • Estadio 3 (grave): Se forma tejido de granulación (tejido excrecente) e incluso una hipertrofia de los pliegues laterales ungueales que llegan a cubrir la lámina de la uña

Causas de la onicocriptosis


Otro punto importante que debemos tener en cuenta es la causa de la onicocriptosis, ¿Por qué se produce? Se trata de un problema multifactorial, es decir, no obedece a una única causa. Existen diversos factores desencadenantes que pueden favorecer o predisponer a la onicocriptosis. Se ha relacionado tanto con factores totalmente externos (como el corte inadecuado de las uñas o el uso de calzado estrecho), como propios del individuo (alteraciones anatómicas en la forma del pie o enfermedades sistémicas). Así, los factores más importantes serían:

  • Corte inadecuado o excesivo de las uñas: El paciente se corta las uñas en exceso o redondeando los bordes, por lo que se forman espículas.
  • Uso de calzado ajustado
  • Hiperhidrosis: Produce maceración de la piel del surco facilitando que la uña penetre en el tejido blando.
  • Traumatismos leves de repetición
  • Alteraciones anatómicas congénitas o adquiridas del pie o las uñas. En pacientes de mayor edad existe un mayor grosor de la uña y una mayor curvatura de la misma.
  • Paroniquia inducida por fármacos: Puede ser un efecto adverso de algunos tratamientos como retinoides sistémicos (usados en el acné o en la psoriasis, por ejemplo), inhibidores del factor de crecimiento epidérmico (utilizados en algunos tumores: cetuximab, erlotinib) o antirretrovirales (ritonavir).
  • Enfermedades sistémicas: La obesidad, la diabetes y las alteraciones cardiacas, tiroideas o renales, también se han asociado indirectamente a la uña encarnada.

- Por último, cabe destacar que, precisamente, el evitar estos factores, va a suponer la mejor estrategia de prevención. Es importante recordar a nuestros pacientes los siguientes puntos:

  • Es aconsejable utilizar un calzado apropiado, no demasiado estrecho o bien con la puntera abierta.
  • Las uñas de los pies deben cortarse rectas y no redondeadas.
  • Si existen hiperhidrosis u onicomicosis (hongos en las uñas), deben ser tratadas.
Diagnóstico de onicocriptosis

Diagnóstico de onicocriptosis: Procedimientos y criterios para detectar la uña encarnada

El diagnóstico de la onicocriptosis no es complejo. Se basa en la historia que refiere el paciente (dolor y a veces incapacidad para andar o usar ciertos calzados) y en la exploración de la uña (lateral distal inflamado, con exudado y exceso de tejido rojo e inflamado en algunas ocasiones).

Las complicaciones más graves como la infección de los tejidos blandos (celulitis) o la infección del hueso de la falange del dedo
(osteomielitis) son muy raras, aunque siempre deben tenerse en cuenta.

Por último, la valoración de un médico, y más en este caso de un dermatólogo, es básica para descartar otras entidades que podrían asemejarse, sobre todo tumores de partes blandas o hueso. Para ello, en algunas ocasiones es necesario la realización de radiografías o incluso de una resonancia magnética. Deben considerarse las siguientes entidades:

- Paroniquia aguda (inflamación o infección del tejido de alrededor de la uña)

- Reacción de cuerpo extraño

- Hipertrofia congénita del lateral de la uña (en recién nacido)

- Granuloma piogénico

- Panadizo herpético

- Exóstosis subungueal

- Fibroqueratomas

- Tumores: Tumor glómico, carcinoma epidermoide, tumor de células de Merkel o melanoma.

¿Y cómo se puede tratar la onicocriptosis?

Existen diferentes tratamientos en función de la gravedad del cuadro. Así, en los casos más leves, se consideran en primer lugar ciertas medidas conservadoras, no quirúrgicas, mientras que en casos avanzados el tratamiento acaba siendo quirúrgico en la mayoría de los pacientes.

La primera medida general indicada en todos los casos es sumergir el pie afectado en agua jabonosa templada de 10-20 minutos, 2 veces al día, seguido de la aplicación de un antiséptico o de corticoides tópicos de alta potencia durante aproximadamente 2 semanas.

Después, se han descrito numerosas técnicas conservadoras, cuyo objetivo es reducir la inflamación y el dolor y proteger el repliegue ungueal de las espículas de la uña. En este grupo nos encontraríamos el uso de algodón (“packing”), cinta (“taping”) o hilo dental (dental floss), que se introducen en el lateral de la uña o tiran del lateral para que esta no se “clave” en el surco. Pueden ser útiles en las primeras fases del cuadro. También se ha utilizado la infiltración intralesional de corticoides depot.

Por último, existe la posibilidad de cirugía de la onicocriptosis en los casos graves y avanzados. Existen diferentes opciones de tratamiento quirúrgico. Su objetivo es conseguir un estrechamiento permanente de la lámina ungueal, bien disminuyendo los tejidos blandos de alrededor de la uña o bien destruyendo sólo la zona más lateral de la matriz (el nacimiento de la uña en la base).

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