¿Qué es la citología vaginal?

La citología es una prueba médica que consiste en la obtención de células procedentes del cuello uterino (porción inferior del útero) mediante el rascado o cepillado de la superficie de este. Estas células son susceptibles de sufrir alteraciones producidas por el virus del papiloma humano (VPH), que puede llegar a producir lesiones cancerosas en el cuello uterino.

En realidad, la citología no es vaginal sino cervical, porque las células que se estudian se toman del cuello uterino y no de la vagina.

¿Cómo se realiza una citología?

Para realizar una citología el ginecólogo o matrona debe realizar una exploración ginecológica básica: con la paciente en posición ginecológica, introducirá un espéculo para abrir las paredes vaginales y poder acceder al cuello uterino o cérvix. Después, con un cepillo especial para citología realizará un cepillado sobre el cérvix para obtener las células de su superficie y las depositará en un medio adecuado para su estudio citológico en laboratorio.

Importancia de una citología cervical

La citología cervical es la prueba de cribado del cáncer de cuello uterino. La citología ha contribuido de forma muy importante a la reducción de la incidencia y la mortalidad por cáncer de cérvix desde que se introdujo a mediados del siglo XX. Permite detectar las lesiones precursoras del cáncer de cuello uterino y graduar el daño celular, que nos informa del riesgo de lesión subyacente.

¿Duele la citología?

La citología es una prueba indolora ya que consiste en un raspado superficial del cuello uterino lo cual no es doloroso. Sí puede ser molesta, sobre todo por la colocación del espéculo, un aparato que puede ser metálico o más comúnmente de plástico, que sirve para abrir las paredes vaginales y poder visualizar el cérvix. La apertura del espéculo tiene que permitir la correcta visualización de todo el cérvix para poder coger una muestra satisfactoria. En ocasiones, la colocación del espéculo puede ocasionar molestias leves, dependiendo el momento del ciclo en el que se encuentre la mujer, el grado de sequedad vaginal y otros factores personales.

Recomendaciones ante una citología cervical

Si vas a realizarte una citología cervical tienes que ir tranquila, cuanto más relajada estés, más fácil será la introducción y apertura del espéculo en la vagina, lo que permitirá la obtención de una muestra correcta.

Tienes que posponer la realización de la citología si estás con la menstruación o con una infección vaginal activa, ya que no será el momento óptimo para la obtención de una muestra satisfactoria.

¿Con qué frecuencia debo realizarme una citología?

Las citologías tienen como fin detectar lesiones en el cuello uterino producidas por el virus del papiloma humano (VPH). Este virus se contrae a través de las relaciones sexuales y es muy común entre personas con vida sexual activa. Las citologías deben comenzar a realizarse a partir de los 25 años. Por debajo de esta edad, la incidencia del cáncer de cuello uterino es extremadamente baja y el cribado no ha demostrado ningún beneficio en la reducción de la incidencia ya que la mayoría de las infecciones por VPH en edad joven son transitorias.

A partir de los 25 años, tendría que realizarse una citología convencional cada 3 años.

A partir de los 30-35 años el cribado preferente pasaría a realizarse con la detección del virus del papiloma humano (es una citología en medio líquido en la cual se busca específicamente la infección por el virus) Si el cribado se realiza con la determinación del VPH y éste es negativo, puede realizarse control cada 5 años. Sin embargo, si la citología que se realiza es la convencional debe realizarse cada 3 años.

¿Qué enfermedades se pueden detectar mediante una citología cervical?

Mediante una citología podemos detectar lesiones producidas por el virus del papiloma humano.

Además, también se puede determinar el estado de la flora vaginal o la presencia de alguna infección vaginal: como vaginosis o candidiasis.

La citología también nos permite valorar el estudio del estado hormonal, en pacientes menopáusicas la forma de las células estudiadas será distinta por el déficit hormonal que hace que aparezca atrofia o sequedad en las mucosas y células del aparato genital.

Además, la citología puede valorar también si hay inflamación de las células del cuello uterino por otras causas: como por ejemplo si ha habido una infección reciente vaginal, inflamación por relaciones sexuales...

Citología cervicovaginal: test de Papanicolau

El test de Papanicolau es la realización de la citología convencional ginecológica. Es una muestra que se toma de la superficie del cérvix y endocérvix y se deposita en un cristal, para poder ser estudiado posteriormente al microscopio. Esta prueba debe comenzar a realizarse a partir de los 25 años. Hoy en día, además de la citología triple toma o test de Papanicolau puede realizarse la citología en medio líquido: es una muestra similar a la de la citología convencional pero el medio en el que se estudia es líquido en vez de fijarse en un cristal. Esta prueba permite con la misma muestra detectar si está presente el virus del papiloma humano.

Es válida la realización de cualquier tipo de citología, aunque últimamente se están implementando en más laboratorios el uso en medio líquido porque ha demostrado disminuir los casos inadecuados para diagnóstico, acortar el tiempo de estudio por parte de los técnicos y un discreto aumento de sensibilidad en algunos laboratorios.

Bibliografía
  • Guía AEPCC, Prevención secundaria del cuello de cuello del útero, 2022
  • Oncoguía SEGO: Prevención del cáncer de cuello de útero. Guías de práctica clínica en cáncer ginecológico y mamario. Publicaciones SEGO, Octubre 2014
  • AEPCC-Guía: Prevención del cáncer de cuello de útero. Publicaciones AEPCC, Noviembre 2015