¿Alergia a las gramíneas?

La alergia a las gramíneas es la principal causa de polinosis en España y en el mundo. Se conoce como polinosis la sintomatología causada por la sensibilización clínica a los alérgenos presentes en los pólenes.

Síntomas comunes de la alergia a las gramíneas

Los síntomas por alergia a gramíneas consisten en una rinoconjuntivitis que cursa con síntomas nasales (moco líquido, estornudos en salvas o rachas, congestión y picor nasal) y oculares (picor, lagrimeo y ojo rojo), tras una inflamación alérgica de la mucosa nasal y ocular.

En un 40 % de los casos cursa, además, con asma. Se manifiesta en los pacientes como una sensación de falta de aire, tos y ruidos al espirar el aire que se asemejan a un silbido (las llamadas sibilancias o pitos), aunque no siempre todos los síntomas están presentes en los episodios de asma.

¿Cómo diferenciarlos de un resfriado común?

La sintomatología alérgica es muy similar a la producida por los cuadros infecciosos virales (catarro o resfriado), y consiste en afectación nasoocular (estornudos en salva, picores en la nariz y en los ojos, enrojecimiento ocular, lagrimeo, mucosidad nasal transparente y congestión nasal) y ocasionalmente tos y asma.

Generalmente, en los cuadros víricos no se produce conjuntivitis y pueden presentar fiebre, y en cuanto a la tos, suele acompañarse de expectoración. Sin embargo, en la polinosis casi siempre hay conjuntivitis (ojos rojos con picor ocular), no aparece la fiebre y la tos es seca; en ocasiones se acompaña de autoescucha de sibilancias (leve pitido producido con la inspiración y/o la espiración) y dificultad respiratoria de predominio nocturno.

Del mismo modo, cuando un paciente sufre esta sintomatología rinoconjuntival y/o bronquial, principalmente los días soleados, con mejoría los días de lluvia y empeoramiento cuando hay viento o en espacios abiertos, es muy probable que sufra polinosis. Si los síntomas se repiten siempre en la misma época del año, el diagnóstico es más que probable.

Alergia a las gramíneas: ¿Una cuestión estacional?

El “periodo de polinización” de las gramíneas es muy amplio debido a la diversidad de sus especies (cada una con su particular periodo de floración) y a las condiciones climáticas.

Pueden florecer desde enero hasta octubre, dependiendo de la especie, pero principalmente en mayo y junio, aunque Poa annua lo hace todo el año.

Mayo es el mes con mayor media mensual de gramíneas y mayor consumo de antihistamínicos en prácticamente todas las estaciones.

España presenta diferentes áreas climáticas que condicionan, a su vez, diferencias en las concentraciones atmosféricas de gramíneas.

La gran área continental de la España seca, especialmente Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura, resulta ser la que suele presentar los más altos recuentos atmosféricos de gramíneas, con días pico (máxima concentración media diaria del año) que han llegado a

superar los 1.000 granos/m3. Estos recuentos tan elevados se achacan a la pluviosidad preestacional y al clima continental, caracterizado por un paso brusco del frío al calor con un periodo de floración muy corto, pero simultáneo y muy intenso, de la mayoría de las especies de las gramíneas.

Cómo afecta la primavera a tu alergia

Los pacientes alérgicos al polen de gramíneas notarán sus síntomas en los meses de primavera permaneciendo asintomáticos el resto del año.

Gramíneas: ¿Cuáles presentan mayores niveles de alergia?

Globalmente, constituyen la causa más importante de polinosis en Europa, debido a la gran alergenicidad de sus pólenes y a su extensa distribución vegetal (20% de la superficie vegetal del mundo).

Existen unas 12.000 especies distribuidas ampliamente. Las gramíneas más alergénicas tienen reactividad cruzada entre ellas y son: Phleum, Dactylis, Lolium, Trisetum, Festuca, Poa, Holcus, Agrostis y Anthoxanthum. Hay otros dos géneros importantes que tienen alérgenos no compartidos, Cynodon (grama) y Phragmites (carrizo).

Medidas para controlar tu exposición al polen y las gramíneas

Resulta muy recomendable aplicar una serie de medidas higiénicas. La medida fundamental es evitar la exposición a los pólenes alergénicos (tomar vacaciones durante el momento crítico de polinización, eligiendo una zona libre de pólenes, como la playa), aunque eso es complicado de llevar a cabo. Por tanto, es interesante exponer algunos consejos para impedir el contacto con el polen en su época de polinización:

  • Abrir las ventanas del domicilio a primera hora de la mañana y cuando cae el sol, ya que es en estas horas cuando los niveles de pólenes son más bajos, porque los pólenes salen de las flores cuando hay más luz y calor.
  • Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa. Procurar no tender la ropa en el exterior, sobre todo los días de recuentos elevados, ya que los granos de polen pueden quedarse atrapados en las prendas.
  • Cuando se salga a la calle, llevar gafas de sol, y mascarillas antipolen, para que el polen no pueda entrar en contacto con los ojos y la mucosa nasal.
  • Instalar filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado, tanto en el domicilio como en el coche (no hay que olvidar cambiarlos con frecuencia).
  • Cuando se viaje en coche, hacerlo con las ventanillas cerradas.
  • Evitar actividades que puedan remover partículas de polen, tales como cortar el césped, barrer la terraza, etc.
  • Evitar tumbarse sobre el césped.
  • Disminuir las actividades al aire libre en las horas centrales del día, entre el mediodía y las 5 de la tarde.
  • Permanecer el mayor tiempo posible dentro de casa durante los días de mayores concentraciones de pólenes, sobre todo los días de viento.
  • Existen tratamientos médicos para impedir la aparición de la sintomatología, pero estos deben ser pautados por un Alergólogo.
Bibliografía
  • Libro de las enfermedades alérgicas de la Fundación BBVA. ISBN : 978- 8492937-15-8.
  • Tratado de Alergología 2o edición. Ergon 2015
  • Fundamentos de Alergia e Inmunología Clínica. A. J. Pérez Pimiento. Mc Graw Hill 2020