La bioética surgió no hace tantos años, pero lleva toda la vida acompañándonos de forma silenciosa. Está detrás de cada decisión que afecta a la vida de un modo u otro. De hecho, está en nuestra mente y nos hemos planteado sus cuestiones en no pocas ocasiones, aunque no sabíamos que era bioética eso que nos estaba pasando. Ahora, por fin, ha llegado el momento de saber qué es la bioética y por qué fundamentos se rige. ¿Nos acompañáis?

¿Qué es la bioética?

Aunque no supiésemos que estábamos hablando de bioética, lo cierto es que en los últimos tiempos es muy probable que haya estado en nuestras conversaciones. ¿Pero qué es la bioética? ¿Y por qué venimos hoy a hablaros de ella? La bioética es la rama de la ética que se dedica a determinar cuál es la conducta más apropiada del ser humano hacia la vida. No importa que hablamos de vida humana, animal o vegetal. Es la que estudia la relación del hombre con el resto de especies de nuestro entorno, y está más de actualidad de lo que podéis pensar.

Hablamos, por ejemplo, de la legalización de la eutanasia. Del hecho de comer huevos de gallinas enjauladas. O incluso del daño que le hacemos al medioambiente con cada una de nuestras acciones. El término bioética es relativamente reciente, hasta el año 2027 no cumplirá un siglo de forma oficial. Sin embargo, durante los últimos años ha ganado bastante notoriedad. Parece que al fin nos hemos dado cuenta de que todos nuestros actos conllevan consecuencias, y por primera vez en la historia nos hemos parado a pensar antes de llevarlos a cabo. Ese es precisamente el significado de la bioética.

La bioética y sus principios

Tal y como ya os hemos adelantado, la bioética es un concepto relativamente nuevo. Eso sí, esto no ha impedido que tenga unas bases bastante bien planteadas. Nos referimos a los cuatro principios de la bioética, cuatro pilares que hay que respetar siempre, con la única excepción de que choquen entre ellos. En tal caso habrá que estudiar cuál debería prevalecer sobre el otro, de ahí la importancia de conocerlos a la perfección:

  • Autonomía. Toda decisión que deba tomarse en el terreno de la biotética debe estar totalmente libre de sugestión alguna. Es decir, debe ser completamente autónoma. Hay casos en los que esto no es posible, pero debe ser determinado de este modo por los profesionales médicos antes de delegar la responsabilidad en cualquier otra persona.
  • Beneficencia. La obligación del profesional médico es obrar en beneficio del paciente aunque este no quiera. Es decir, siempre primarán los conocimientos médicos por encima de la opinión de una persona que carece de ellos. Al menos, siempre y cuando quede demostrado que la intención del médico es la de salvar la vida del paciente.
  • No maleficencia. Este principio de la bioética médica dice que un profesional médico no puede ocasionar daños intencionadamente a un paciente. De todos modos, si habéis visto House, sabréis de sobra que hay ocasiones en las que esto es necesario para conseguir un bien mayor
  • Justicia. La aspiración de este cuarto principio de la bioética, ya hablemos de la médica o de la bioética en enfermería, es que todos los pacientes sean tratados del mismo modo. Sí, a día de hoy continúa siendo un ideal, pero cada vez tendemos más a cumplirlo. ¿Un buen ejemplo de ello? Los castigos que se han impuesto a los que se vacunaron contra la Covid-19 sin que les tocase.

Aplicaciones de la bioética médica

Puede parecer que la bioética no tiene tanta presencia en nuestro día a día como pareciera. Eso sí, basta con ver algunos ejemplos cotidianos de la aplicación de la bioética para entender que no podríamos estar más errados. Estos son algunas de las situaciones en la que la bioética es clave para poder seguir adelante con conciencia de que la decisión que se ha tomado ha sido la más adecuada:

  • Maternidad subrogada, ¿sí o no?
  • Interrupción del embarazo, ¿debería ser toda mujer libre a la hora de decidirlo o no?
  • Eutanasia, ¿es ético que una persona decida morir y un profesional médico deba ayudarla a conseguir su objetivo?
  • Consentimiento informado. El paciente siempre debe estar al corriente de los beneficios y peligros del procedimiento al que se le quiere someter y debe aceptarlo de forma autónoma.
  • Experimentación con animales, ¿el fin justifica los medios?
  • Utilización de armas químicas.

Todos estos hechos están acompañados por fuertes connotaciones ideológicas, y no son los únicos. De ahí la importancia de conocer el significado de bioética y qué herramientas nos proporciona como pacientes.

Beneficios de la bioética

La bioética en salud busca, ante todo, que los pacientes tengan lo que necesitan, y que lo tengan la manera más justa para todos. De ahí que los principios de la bioética se centren en protegerles en todo momento, tengan o no los conocimientos necesarios para ello. Por eso, a la hora de hablar de los beneficios de la bioética, es de justicia comenzar diciendo que el principal de ellos es que esta rama de la ética vela por el bienestar de las personas. Eso sí, hay algunos más que conviene tener presentes al hablar de bioética:

  • Nos ayuda a entender mejor la naturaleza humana.
  • Pone normas muy necesarias a la hora de tomar determinadas decisiones que afectan a la vida.
  • Nos hace ser más conscientes del mundo en el que vivimos y de las necesidades que este tiene.
  • Hace más natural la relación entre bioética y biotecnología.
  • Garantiza que las cosas que afectan a la vida no se harán sin pensar. Que detrás de cada acción ha habido un análisis previo, y que se ha decidido que es lo mejor porque es así sin ningún lugar a la duda.

Como veis, el surgimiento de la bioética en medicina vino a cubrir un espacio en el que el paciente tenía todas las de perder. La bioética garantiza nuestro bienestar como pacientes, así como la buena praxis de los profesionales médicos. Seguro que a partir de ahora, a la hora de opinar a la ligera sobre algún tipo de cuestión médica… preferís darle una vuelta antes.