Durante siglos, perder alguna parte de nuestro cuerpo ha sido sinónimo de no poder hacer las mismas cosas que el resto nunca más. O, al menos, no de forma tan efectiva ni eficiente. Sin embargo, la aparición en escena de los implantes biónicos ha cambiado las normas del juego para siempre.

Si hace un tiempo os hablamos de los ojos biónicos como solución a la ceguera, hoy nos toca hablaros sobre las prótesis biónicas de piernas, de mano, de brazo o de lo que se tercie. Lo cierto es que ver cómo la ciencia ayuda a tantísima gente a sobreponerse de un trauma y a volver a sentirse completamente normales es una auténtica maravilla. Ojalá todas sus aplicaciones fuesen igual de constructivas. ¡Ojalá veamos este tipo de artilugios de forma generalizada por las calles muy pronto!

¿Qué son las prótesis biónicas?

Dar una definición de prótesis biónicas a nivel técnico podrías llegar a ser incluso aburrido, así que os lo vamos a decir de forma un poco más llana para que nos enteremos todos. El lugar en la historia de las prótesis biónicas está en ser la evolución directa de las prótesis tradicionales, las que únicamente servían para apoyarse, o para aparentar normalidad.

Ahora, gracias a la técnica, el uso de prótesis biónicas de mano o de piernas no es únicamente estético. O funcional a medias. Ahora, la técnica se alía con la utilidad y, gracias a su estudiado diseño y sus piezas móviles, estos elementos pueden imitar los movimientos naturales de la persona que las lleva haría de tener aún su miembro intacto. Se adaptan mejor a cada cuerpo porque su diseño está completamente personalizado. Además, no se limitan a hacer un movimiento de pinza, como las primeras prótesis móviles que se fabricaron, sino que obedecen exactamente las órdenes de quienes las utilizan.

Se trata de prodigios de la técnica que devuelven a quienes las necesitan gran parte de la independencia perdida, si no toda, a causa de un terrible accidente, o nunca disfrutada por un posible problema de nacimiento.

Y ahora que sabemos esto, sí podemos deciros que de biónica (bio viene de vida) es una rama tecnológica que se dedica a imitar lo más fielmente posible los procesos biomecánicos de músculos y huesos del cuerpo humano. Esto es lo que permite que se puedan automatizar movimiento o incluso preverlos, y esto es gracias a sus múltiples sensores, acelerómetros y demás elementos técnicos que las forman.

Se puede decir, por tanto, que estas prótesis son inteligentes, que actúan de una forma estudiada al milímetro y que responden a una necesidad imperiosa, la de no tener que depender de nadie.

¿En qué benefician a las personas que las usan?

Tal y como ya hemos mencionado un poco más arriba en este mismo texto, la principal ventaja de este tipo de prótesis es que están especialmente diseñadas para suplir a la perfección a una zona del cuerpo que ya no está. Antiguamente la gente se ponía brazos de madera únicamente para que pareciese que todo seguía como siempre, que no había pasado nada. Ahora, una prótesis biónica de brazo se mueve como un brazo normal, hace los mismos gestos y disfruta de la misma amplitud de movimientos y tiene una mano que es una auténtica virguería.

La persona que la utiliza puede decidir qué ángulo poner en cada momento, qué fuerza aplicar o con qué velocidad mover su prótesis, y eso, bien pensado, es una auténtica barbaridad. El hecho de estar tan rodeados de tecnología nos tiene insensibilizados, hemos perdido la capacidad de sorprendernos ante algo tan maravilloso como esto. Sin embargo, basta con ver la cara de una persona la primera vez que recibe, por ejemplo, su prótesis biónica de piernas, para darse cuenta de lo muchísimo que significa conseguir cosas así.

  • Jugar al fútbol con un hijo a pesar de contar con una pierna menos
  • Volver a montar en bicicleta con total seguridad
  • Cargar las bolsas de la compra con las dos manos
  • Poder realizar trabajos manuales sin ningún tipo de problema

Lo cierto es que, imaginemos la situación que imaginemos, enfrentarse a ella con una prótesis tradicional o hacerlo con una prótesis biónica cambia muchísimo la historia.

Cierto, no todo es de color de rosa, también tienen sus partes negativas, aunque la ciencia no deja de avanzar y todas ellas han mejorado muchísimo desde los inicios:

  • Peso
  • Entrenamiento para empezar a utilizarlas
  • Autonomía

Todo esto va cada vez a mejor, ¡y eso es una grandísima noticia!

Tipos de prótesis biónicas

Puede que penséis que aún tardaremos en ver prótesis biónicas por España, pero lo cierto es que ya hace tiempo que están utilizándose en nuestro país. El problema, claro, es que no todo el mundo puede afrontar el precio de una prótesis biónica de pierna. Eso sí, este va bajando poco a poco y muy pronto estará al alcance de todos los bolsillos. Nosotros no tenemos ninguna duda, no se trata de un gasto, sino de una inversión en calidad de vida. Ahora bien, ¿qué tipos de prótesis biónicas existen?

  • Prótesis biónicas de piernas
  • Prótesis biónicas de brazo
  • Prótesis biónicas de mano
  • Prótesis biónicas de rodilla

Lo cierto es que cualquier parte móvil de nuestro cuerpo en la que haya cualquier tipo de problema sería susceptible de ser sustituida por uno de estos ingenios. De hecho, lo más probable es que, durante los próximos años, no solo veamos un perfeccionamiento de las ya existentes, sino que veremos también el surgimiento de nuevas soluciones a problemas que a día de hoy aún no cuentan con esta solución.

Lo cierto es que cualquier cosa que pueda ayudar a llevar una vida normal a cualquiera que lo necesite nos parece acertado. Eso sí, cuando ves las cosas que puede llegar a hacer el ser humano por sus congéneres, entiendes por qué hemos llegado hasta donde estamos. Podemos tener cosas muy malas como especie, pero lo cierto es que somos extremadamente concienzudos en la resolución de problemas. Y a veces, como en esta ocasión, de paso, ayudamos a un buen puñado de miles de personas que llevan toda una vida pasándolo mal.