Con todo el jaleo que se ha montado con las distintas vacunas de nueva generación contra la Covid-19, ya iba siendo hora de poner un poco de orden. Por eso, en el post de hoy, hemos decidido cogerlas todas y compararlas para vosotros. La vacuna de Pfizer, la vacuna de laboratorio moderna, las vacunas Oxford… y alguna que otra más que, probablemente, llevemos dentro de nuestros cuerpos dentro de poco. Efectividad, conservación, número de dosis e, importante, cuánto costará cada una de ellas. Las vacunas contra el coronavirus son el primer paso para acabar de una vez por todas con este terrible mal que azota al mundo, ¡pero mejor enfrentarse a ellas conociéndolas un poquito mejor!

Características de las vacunas

A lo largo del post de hoy iremos desgranando poco a poco las principales ventajas y desventajas de las distintas vacuna Covid-19. Eso sí, para que os vayáis haciendo una idea, hemos decidido comenzar con una tabla comparativa entre las principales opciones existentes a día de hoy. No están todas las que son, pero sí que son todas las que están. Al menos, para esta primera oleada de vacunaciones que esperamos como agua de mayo.

Vacuna Efectividad Conservación Dosis Precio
Pfizer

95%

-80ºC

2

17€

Moderna

94,5%

Refrigeración normal

2

31€

Oxford

70%

Nevera estándar

2

3€

Janssen

Indeterminada

No se sabe

2

8€

CureVac

Indeterminada

5ºC

2

10€

Como veis, cada una de ellas es ‘de su padre y de su madre’. O dicho de otro modo, aunque la mayoría coincidirá en la necesidad de aplicarnos dos dosis, el resto de características son bastante cambiantes.

De momento, la Unión Europea ha llegado a acuerdos con todas las farmacéuticas son soluciones factibles para obtener aproximadamente el doble de dosis de las que necesitaría sobre el papel. ¿El motivo? Que si alguna de ellas termina siendo inservible, haya con qué responder. Esto ha hecho que el organismo comunitario haya invertido cerca de 2.500 millones de euros en dicha compra conjunta. Y no serán los últimos.

Precios: Pfizer vs Moderna

El día que Pfizer anunció que había alcanzado un 90% de efectividad en su vacuna, fueron muchos los que no recibieron la buena noticia con vítores. El primero de ellos, Donald Trump. El presidente de los EE.UU. esperaba contar con dicho anuncio antes de las elecciones generales en su país, pues quería utilizar dicha información como arma electoral. ‘Un triunfo de la ciencia’, pensamos muchos, pero esto quedó empañado por las decisiones del dueño de la farmacéutica. El tipo, un auténtico lince, aprovechó la coyuntura para vender un amplio paquete de acciones del laboratorio que había dado con la vacuna Pfizer.

Se deshizo nada menos que el 60% de su compañía. ¿Había hecho el negocio de su vida sin haber llegado a comercializar siquiera su producto? Totalmente, pero sabía que no había más proveedores que él y que se iba a embolsar un auténtico dineral. O eso pensaba. Tan solo unos días después, Moderna anunciaba que su vacuna era efectiva en un 94,5% de los casos. Y, aquí viene lo que más escamó a la comunidad internacional, Pfizer no tardó más que unas horas en asegurar que su remedio había alcanzado ya el 95%. Una guerra un tanto extraña si tenemos en cuenta que hablamos de vidas humanas, ¿verdad?

Entonces, con la credibilidad por los suelos y con mucha gente cuestionándose si inocularse o no la vacuna cuando estuviese disponible, llegaba la tercera en discordia. AstraZeneca, el laboratorio que colabora con la Universidad de Oxford, anunciaba que había obtenido resultados prometedores. Cierto, tal y como os contamos hace poco, su método pudo no ser el más fino del mundo, pero los datos estaban ahí. Además, otros laboratorios como Janssen también habían encontrado su propia solución. ¿Y dónde están la diferencias? Pues, entre otras cosas… en sus precios.

Precio de la vacuna de Pfizer

Fue la primera en darnos esperanzas de que se podía vencer al dichoso coronavirus llegado desde Wuhan. Su asociación con BioNTech y Fosun Pharma fue muy productiva. Tanto que no tardaron en colocarle a Estados Unidos la friolera de 600 millones de dosis de su vacuna a cambio de 2.000 millones de dólares. ¿Un dineral? No creáis, sale a poco más de 3$ la unidad… Un auténtico pastizal es lo que van a recaudar a partir de ahora. Pfizer ha marcado el precio de la dosis de su vacuna por debajo de los 20 dólares, pero aún así no la ha bajado de los 19,50$.

¿Y qué quiere decir esto? Pues que todo el que quiera hacerse con una tendrá que pasar por caja y comprarla por algo más de 16€, cerca de 2.700 de las antiguas pesetas, que se dice pronto. La unión Europea, por ejemplo, se ha asegurado ya 300 millones de dosis que distribuirá entre todos sus estados miembros de forma equitativa. Por suerte, en España, tanto las dosis de la vacuna laboratorio Pfizer como las del resto de farmacéuticas serán gratuitas para la población. Eso sí, esto no significa que no vayamos a pagarlas. Las pagaremos con nuestros impuestos, al igual que el resto de las bondades de la sanidad pública.

Al menos así lo ha asegurado un Gobierno español que se ha sumado al resto de compras de la Unión.Habrá más dosis que habitantes para poder responder ante la emergencia en caso de que alguna de las soluciones falle. Tal y como veremos un poco más adelante, influyen aspectos como la producción o la distribución. Por ejemplo, hablando de la vacuna Pfizer, la compañía ha anunciado que reducirá a la mitad las dosis que había prometido para finales de 2020.

Precio de la vacuna de Moderna

Fue uno de los nombres que más sonó durante la carrera por ver quién la tenía antes que nadie. Cierto, se vio superada por una Pfizer que quiso correr más que nadie, pero tan solo unos días más tarde sorprendía al mundo anunciando un nivel de inmunización prácticamente perfecto. 94,5% de eficacia frente al 90% de Pfizer. Eso sí, es una de las más caras de producir, por lo que su precio también es el menos económico. Tal y como se ha dicho desde que se conoció la cifra, esto va a hacer que únicamente pueda distribuirse en países como los EE.UU. o los estados europeos.

¿Y eso por qué? Pues porque, por desgracia, no todo el mundo puede permitirse los 25$ que cuesta cada dosis. O más aún, porque tal y como vimos en el diario ABC, la ‘broma’ ascendería a los 31€ en España y el resto de países comunitarios. El doble, si tenemos en cuenta que hacen falta dos dosis para cada persona que quiera inmunizarse frente a la Covid-19. Y seamos realistas, ¿qué familia de cuatro miembros puede gastar casi 250 euros en la vacuna de Moderna contra el coronavirus? ¡Más aún después de tantos meses de ERTEs y crisis económica!

Por fortuna, como ya hemos dicho, será el estado español el que asuma estos gastos. Eso sí, no podremos decidir qué tipo de vacuna queremos ponernos. La vacuna de Moderna, por tanto, se ha convertido no solo en la más cara del mercado, sino en la más elitista. Todo lo contrario del remedio del que hablaremos a continuación, la tercera en discordia y la más barata de todas las soluciones que llegarán a nosotros próximamente. Con lo que cuesta una vacuna de laboratorio Moderna podríamos comprar 10 de estas. Y nos sobraría.

Precio de la vacuna de Oxford

La llegada de la vacuna de Moderna fue un auténtico soplo de aire fresco. Ya había una alternativa a la vacuna de Pfizer, así que ya no nos lo jugábamos todo a una carta, y eso era una muy buena noticia. Eso sí, su precio hacía que no todo el mundo pudiese acceder a ella. Parecía que las farmacéuticas se negaban a perder su cuota de negocio. Y cuando ya empezábamos a pensar que todo estaba perdido para las zonas más desfavorecidas del planeta… llegaron las vacunas Oxford y Astrazeneca. Fueron las primeras por las que apostó España, pero varios sobresaltos durante el proceso de ensayo clínico ralentizaron su avance.

Nuestro país se vio obligado a seguir otras vías, pero una vez acordada la compra de vacunas conjunta con el resto de países europeos, las vacunas Oxford al fin fueron viables. Esto hizo que la UE llegase a un acuerdo para hacerse con 400 millones de unidades, la mayor compra de unidades junto con las de Johnson & Johhnson. ¿Y por qué este despliegue? Pues porque los desarrolladores de dicho remedio quieren que este sea accesible para toda la población. No quieren que nadie se quede atrás, y por eso han decidido vender sus vacunas Oxford a un precio de 3€.

Sin duda alguna, sobre todo sabiendo que hay gente dispuesta a pagar lo que haga falta deje a quien deje sin ellas, un gran gesto que les honra. ¿Y por qué la Unión Europea ha comprado otros 400 millones a Janssen, de Johnson & Johhnson? Pues porque la empresa se ha comprometido a venderlas a precio de coste, que en su caso ascendería a los 8€. Nada que ver con la vacuna de Pfizer. Y muchísimo menos con la vacuna de Moderna contra el coronavirus. Y, probablemente, con el mismo resultado.

Vacunas chinas y rusas, a la cola en cuanto a fiabilidad

Aunque hemos hablado como la vacuna de Pfizer como la primera en llegar, en realidad no fue así. Los rusos anunciaron unas semanas antes su propia vacuna Covid-19, la Sputnik V. Registró su patente, hizo sus pruebas, Vladimir Putin se la inyectó a su hija (o eso dice) e incluso le mandó unas dosis al expresidente italiano, Silvio Berlusconi. El problema es que, tras ser puesta en el mercado, comenzó a registrar incidencias, y no pocas. Seamos sinceros, si hay a quien le cuesta pensar en ponerse las vacunas Oxford, la vacuna de Pfizer o incluso la vacuna de Moderna, que es ‘la más pija’, ¿quién iba a ponerse la vacuna rusa?

Desde luego, por culpa de su precio no es. Las dosis de la vacuna Sputnik V ascienden a 8€, la misma cantidad que las de Janssen, lo que las convierten en unas de las más económicas del mundo. Eso sí, la falta de certificaciones internacionales y el historial de Rusia en el pasado nos hacen desconfiar, y no poco, de que la cosa vaya a resultar fiable.

Algo parecido ocurre con las vacunas CoronaVac chinas. Por un lado, sabemos que los asiáticos son los mejores con todo lo que se ponen. Por el otro, los 25€ que hay que pagar por cada dosis, unido a que el virus llegó de aquellas tierras, nos tiran bastante para atrás. Cierto, si la agencia del medicamento da su aprobación y es la mejor solución, no nos quedará otra que rendirnos ante ellas, pero hasta que eso no pase, si podemos evitárnoslas… más de uno lo tendrá bastante claro.

La vacuna Covid-19, más allá del precio

Una vez dicho todo esto, queremos dejar algo muy claro. Si la OMS y la Agencia Española del Medicamento dijesen que la Sputnik V es la vacuna más segura y eficiente contra el coronavirus, habría que ponérsela sí o sí. Por fortuna, en España no nos va a tocar pagar el remedio contra una de las enfermedades más temibles a las que nos hemos tenido que enfrentar. Y la verdad, cuando la alternativa a las vacunas Oxford, la china, la rusa o cualquier de ellas es una muerte horrible y segura… hay poco que pensar.

Nuestro sistema sanitario nunca permitiría que se nos inyectasen un medicamento perjudicial para nuestra salud. Sí, ha habido vacuna de Moderna efectos secundarios, y los hay en todas las alternativas que están aprobándose, pero es algo completamente normal. Hay que tener en cuenta que, al fin y al cabo, la vacuna consiste en poner en contacto a nuestro organismo con un agente extraño que quiere machacarlo. Lo bueno de las vacunas es que son dosis víricas controladas, diseñadas por el hombre con el objetivo de que nuestro cuerpo pueda con ellas de sobra.

Sí, lo más probable es que suframos algún tipo de efecto secundario, exactamente lo mismo que ocurre con la vacuna de la gripe estacional. Que esto no nos eche para atrás llegado el momento, ¡protegerse contra la amenaza con cualquiera de las vacunas Covid-19 es de vital importancia!

Producción y disponibilidad

La producción y disponibilidad de las vacunas se presentaron como los dos grandes primeros problemas. Para empezar, ningún laboratorio del mundo tenía capacidad para surtir a todo un planeta de las dosis necesarias al mismo tiempo. Esto hizo que, aunque muchos políticos se lanzaron a prometer ciertos plazos para comenzar con las vacunaciones, al final la mayoría tuviese que rectificar sobre la marcha. Ocurrió en España, por ejemplo, donde tanto Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, como Salvador Illa, ministro de Sanidad, aseguraron que estaríamos en disposición de comenzar a vacunarnos en diciembre de 2020.

Esto, como todos sabemos, no ha podido ser así. En su lugar, si no pasa nada más, habrá tres fases de vacunación:

  • La primera dará comienzo en el mes de enero de 2021 y finalizará . El problema es que ante una producción limitada y una disponibilidad reducida, no toda la población tendrá acceso a ella. Esta primera toma de contacto con la vacuna irá destinada a residentes y personal sanitario en residencias, personal sanitario en general y grandes dependientes no institucionalizados.
  • Las previsiones dicen que entre marzo y junio de 2021 llegará el turno de la fase 2: Mayores de 64 años, personal laboral, población vulnerable, personas de riesgo,
  • personal docente....
  • Y a partir del mes de junio de 2021, con la última hornada de vacunas Oxford y de otros laboratorios, culminaría el plan con la fase 3. Adultos, adolescentes, niños, embarazadas… Para mitad de año la gran mayoría de la población, tanto española como europea, debería estar ya inmunizada contra la Covid-19.

Todo, claro está, si las farmacéuticas pueden cumplir con sus compromisos de producción y disponibilidad. Para empezar, las vacunas Pfizer han tenido que disminuir sus entregas a la mitad en diciembre de 2020. Tocará cruzar los dedos.

Logística y distribución

Otro de los problemas que surgieron con la llegada de las vacunas fue la logística de farmacéuticas y gobiernos estatales para hacerlas llegar a todos los puntos de la geografía. Y no solo eso. La vacuna de Pfizer, por ejemplo, requería de unas condiciones muy específicas de conservación. Concretamente, tenía que estar a -80ºC o su vida útil se reducía a tan solo seis horas. En España se buscaron varias soluciones: una antigua mina, una clínica en Cataluña… Sin embargo, ante la proliferación de otras opciones, el laboratorio se vio obligado a mover ficha. Si nada lo impide, la vacuna Pfizer se distribuirá también en polvo.

Cada vacuna tendrá sus particularidades, por lo que ya son varias las comunidades autónomas que están formando a sus sanitarios para enfrentarse a todas ellas. Por suerte, superado el asunto de la temperatura, es de esperar que todo lo relacionado con las vacunas Oxford, la vacuna de Moderna, la vacuna de Pfizer y demás se ponga bastante cuesta abajo. Llegados a este punto, el principal problema volverá a ser el de la producción y la disponibilidad de dosis. En nuestro país, por ejemplo, se ha garantizado que la vacuna estará disponible en todo el territorio nacional.

Concretamente, si todo sale según lo previsto, España contará con el doble de dosis de las necesarias para vacunas a toda la población. 140 millones de vacuna Covid-19 que se distribuirán entre 13.000 puntos de vacunación a los que tendremos que acudir en busca de la nuestra. ¿Por qué tantas? Pues porque nunca se sabe si alguna de las vacunas errará el tiro. De ahí que la Unión Europea haya decidido surtir a sus países miembros de más dosis de las necesarias. Así, si ocurre algo con una remesa, habrá otra con la que responder.

¿Cuál es más recomendable?

Y después de todo lo que hemos contado acerca de las vacunas Oxford, la vacuna de Moderna o la vacuna Pfizer, ¿cuál es la más recomendable de todas? La verdad es que entrar en este tipo de detalles no sería nada recomendable. Primero, porque ni siquiera los expertos disponen de una información 100% fiable. Algunas de las farmacéuticas que han obtenido el remedio no lo han probado en niños, por ejemplo. Otras, como las vacunas Oxford, dieron sus mejores datos de manera accidental: Alcanzaron su mejor dato de inmunización al poner por accidente únicamente la mitad de la primera dosis a parte de sus voluntarios.

Y segundo porque, tal y como ya hemos mencionado, lo más normal es que no podamos elegir cuál ponernos. Si vamos a uno de los 13.000 puntos de inmunización y no queda vacuna de Moderna contra el coronavirus, la más cara, ¿ya no nos vacunamos? Tras la inversión que ha afrontado nuestro país, lo más normal es que las autoridades no quieran quedarse con dosis colgadas mientras haya población por inmunizar.

Eso sí, parece haber bastante consenso en cuál es la menos recomendable, la vacuna Covid-19 rusa Sputnik V. Por suerte, ante la proliferación de varios remedios con mayores garantías, este remedio no se distribuirá en territorio comunitario… de momento.

¿Se acabó el peligro tras vacunarnos?

Ni hablar del peluquín. Mucho ojo con las medidas preventivas tras la vacuna, porque la historia no se acaba aquí. Tal y como han confesado algunas autoridades sanitarias, las vacunas obtenidas no han evitado de momento que los contagiados puedan seguir contagiando. Es decir, una vez vacunados, aunque contraer la enfermedad no nos haga daño, o nos haga muchísimo menos, seguimos siendo portadores y, por tanto, podemos seguir haciendo daño a otros.

No, las mascarillas no fueron el fin de la pandemia de coronavirus en el mundo y tampoco lo serán las vacunas. Sí que serán una forma de controlar las cifras de incidencia y fallecimientos, pero tendremos que seguir cumplimiento con medidas como la distancia social durante bastante más tiempo. Las vacunas Oxford, Janssen, Moderna o Pfizer son un primer paso hacia la normalidad, pero aún nos queda mucho camino por recorrer.